nutrición ortomolecular veterinaria

Nutrición Ortomolecular Veterinaria – Introducción y Definición

En los últimos años hemos asistido a un creciente interés por el uso de terapias que puedan ampliar el abanico terapéutico del clínico.

La Terapia Ortomolecular describe la práctica de prevenir y/o tratar la enfermedad proporcionando al organismo cantidades óptimas de nutrientes naturales que forman parte del metabolismo celular.

Se utiliza como tratamiento único o como ayuda en tratamientos habituales para mejorar y acelerar su resultado, abriendo nuevos horizontes terapéuticos a muchos veterinarios.

 Los suplementos nutricionales, incluidas las vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, aminoácidos, flavonoides, alcaloides de determinadas plantas, etc. están entre las sustancias más valiosas y seguras para prevenir y tratar graves enfermedades crónicas y agudas asociadas con mortalidad, así como para tratar problemas de salud cotidianos que causan incapacidad y disconfort al paciente (1).

Es importante administrar la dosis correcta para obtener estos beneficios de manera plena (1). Desafortunadamente, dado que estas moléculas ya previenen carencias nutricionales a dosis bajas, han adquirido la reputación de que son necesarias solamente a tan bajas dosis. 

Pero tienen también gran valor a mayores dosis, útiles para objetivos terapéuticos en muchas enfermedades y preventivos ante la degeneración creada por el estrés oxidativo.(1) 

El National Research Council, desde hace más de treinta años (NRC, EUA) (2, 14), realiza estudios mediante los que se obtienen y consensúan los niveles mínimos y máximos de cada nutriente que van a proporcionar una nutrición correcta a un animal estándar sano.

Pero en la especie canina, estos datos son orientativos, pues el animal estándar puede diferir mucho de cualquier otro individuo de la misma especie. Es decir, existe una gran heterogeneidad interespecífica, sólo comparable a la situación de los caballos (2).

Por ejemplo, el peso puede variar entre 1 y 100 Kg.; la capa puede ser o muy larga o casi inexistente; y el carácter y la actividad física espontánea son altamente variables.

El estilo de vida impuesto sobre el animal por parte del propietario (dieta, marca, espacio, stress, actividad, etc) es muy importante (2).

Todo ello son factores endógenos y exógenos del animal que se traducen en unos requerimientos nutricionales específicos para cada individuo en concreto, y muchas veces, aunque existe un amplio mercado de dietas para perros, el alimento que está recibiendo el animal no cubre todas estas necesidades, ya sea por el tipo de dieta escogido, ya sea por las características propias del individuo. 

De una manera parecida sucede con otras especies cercanas al ser humano, tales como gatos y caballos.

Así pues, dados los requerimientos específicos de cada paciente, y las limitaciones de su alimentación estándar (por calidad, cantidad, etc), será comprensible que algunos nutrientes no sean suficientes y se deban aportar de manera específica, mediante suplementos.

Esto nos lleva a un concepto dinámico de nutrición y la herramienta básica de esta situación será la Nutrición Ortomolecular, es decir, la restauración y el mantenimiento de la salud del individuo mediante la administración de cantidades adecuadas de nutrientes naturales, sustancias que el organismo y el metabolismo celular reconoce como propias. (1)

Etimológicamente hablando, la palabra ortomolecular es un término combinado de griego y latín: orto- significa recto o correcto, y –molecular se relaciona en este caso al nutriente. Ya en la palabra se define la terapia mediante la cual se proporciona el nivel óptimo de cada nutriente a cada individuo.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Los antecedentes históricos se remontan a los años sesenta, en los que Abram Hoffer (creador en 1962 de los primeros principios sobre Medicina Ortomolecular, 3) realizó importantes estudios sobre fuertes dosis de vitamina C y niacina y los efectos terapéuticos sobre pacientes humanos psiquiátricos, y Linus Pauling (Premio Nobel de Química en 1954 y Premio Nobel de la Paz en 1962) utilizó la palabra Ortomolecular en 1968 para describir la terapia que mediante sustancias naturales (nutrientes) mantenía la salud y trataba la enfermedad.(4)

Posteriormente se crearon instituciones enteras para el estudio de los efectos de los nutrientes en los seres vivos.

El mismo Linus Pauling fundó en California un instituto que lleva su nombre y que se consagra a la investigación de la vitamina C, descubriendo el efecto preventivo y el papel paliativo de los ácidos ascórbicos en los procesos virales (4) y en la neutralización de los radicales libres, factor importante en una buena parte de las enfermedades.

Pocos años después se empezaron a publicar datos sobre nutrición ortomolecular en pequeños animales, siendo W.O. Belfield uno de los máximos exponentes en EEUU sobre investigación y práctica clínica veterinaria de esta disciplina (5, 6, 10).

Desde entonces no han cesado los estudios científicos en humanos y en animales, a nivel internacional, confirmando la visión de que determinadas dosis de nutrientes son terapéuticas y preventivas (vitamina C (5, 6), vitamina E (1, 7), beta-caroteno, complejo B, coenzima Q10 (1), metilsulfonilmetano (8), magnesio, zinc,…) y de que es importante que la cantidad de nutriente sea la suficiente para el objetivo perseguido.

Además, médicos y biólogos estudian las sinergias entre los nutrientes administrados, observándose efectos más que sumatorios tras la administración de dos o más nutrientes en conjunto (8).

Creemos interesante que el lector dedique un tiempo a leer la bibliografía y a buscar información en portales científicos como PubMed – www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed – sobre cada nutriente y su efecto terapéutico en la especie a tratar.

IDEAS CLAVE Y UTILIDADES

AQUÍ Fig 1

La Nutrición Ortomolecular ha sufrido el mismo camino en Medicina humana, pero, para poner un ejemplo de su evolución, la terapia con niacina a dosis altas que en los años sesenta era considerada como discutible para tratar la esquizofrenia en personas, ahora es el estándar de tratamiento en hiperlipidemias (9).  

Esto ocurre con mucho nutrientes que, por desconocimiento no se usan como terapia, y en cambio luego se convierten esn estándar, como el fenómeno que está ocurriendo actualmente con el azufre MSM (metilsulfonilmentano).

Antiguamente pocas casas comerciales apostaban por él, pero hoy día se ha puesto “de moda” (por suerte para nuestros pacientes, pues tiene grandes propiedades (12).

Lo que empezó como lo que algunos conocen como una terapia de “megavitaminas”, ahora emplea una gran variedad de aplicaciones para tratar patologías físicas y comportamentales en animales y humanos.

La esencia de la práctica ortomolecular, según los fundadores de la Sociedad Internacional de Medicina Ortomolecular (ISOM, www.orthomolecular.org ) (9) es utilizar la nutrición (de alta calidad nutricional y biodisponibilidad) como tratamiento.

Según ISOM, esto se lleva a término con el seguimiento de los siguientes puntos clave de esta disciplina (9):

  1. La nutrición se coloca primero en el diagnóstico y en el tratamiento. Animales con procesos crónicos o con procesos agudos muy oxidativos tienen necesidades nutricionales que al cubrirlas mediante tratamiento ortomolecular contribuyen a un mejor resultado en el tratamiento clásico que probablemente también se aplicará.

  2. El tratamiento con fármacos se intenta utilizar solamente en indicaciones específicas, de manera integrativa, y siempre con un ojo puesto en los daños potenciales y efectos adversos que pueden causar, rigiéndose por la sentencia hipocrática “Primum non nocere”. Utilizando Nutrición Ortomolecular podremos disminuir, en muchos casos, el suministro de fármacos de manera continuada.

  3. La contaminación ambiental que afecta a alimentos y a individuos, y el uso de sustancias “discutibles” en los alimentos manufacturados (10) son un hecho incuestionable de la vida moderna, y son una prioridad médica a tener en cuenta. Las nutrientes a ingerir deben ser de la mejor calidad posible, y por lo tanto se debe vigilar la procedencia de los alimentos, desde el tipo de agricultura utilizada, o de producción animal, hasta qué manipulados y adiciones sufren estos alimentos en todo su proceso, hasta la ingesta por parte del paciente. No olvidemos que algunas enfermedades son causadas por la acción bloqueante de moléculas contaminantes sobre las enzimas o en sus cofactores, produciendo disfunciones en alguna vía metabólica. La Nutrición Ortomolecular es altamente efectiva en estos casos.

  4. La individualidad bioquímica es la norma en la práctica veterinaria; debido a esto las recomendaciones institucionales (NRC) de estándares nutricionales son guías nutricionales solamente orientativas (2,17). Siempre se deben tener en cuenta los factores endógenos y exógenos del paciente que nos indicarán sus necesidades nutricionales a suplir.

  5. Los análisis en suero y plasma no reflejan necesariamente los niveles tisulares de los nutrientes. Tratando el órgano a reforzar mediante nutrición ortomolecular, podemos mejorar el estado general de animales con patologías crónicas, en los que aún no se han visto cambios en sangre pero sí en síntomas centinela como grado de fatiga, estado del pelaje, tipo de deposiciones.

  6. El diagnóstico nutricional es siempre defendible ya que los desórdenes relacionados con la nutrición a menudo son curables o tienen buena respuesta al tratamiento.

  7. Cuando se conoce que un tratamiento es seguro y probablemente efectivo, como en el caso de muchas de las aplicaciones ortomoleculares, se debe aplicar. La información al cliente sobre terapias naturales y la aplicación de las mismas como otras herramientas terapéuticas, es una necesidad y un factor de éxito, que cada vez más clientes exigen al veterinario para poder tratar a sus mascotas de una manera más similar a la actual medicina humana.

Todos estos puntos nos permiten observar que, el revisar la nutrición de cada uno de nuestros pacientes nos va a proporcionar soluciones y apoyo en la clínica diaria.

Mediante la anamnesis, examen físico y muchas veces mediante pruebas diagnósticas podemos obtener la guía para un tratamiento de suplementos nutricionales que podrán eliminar la causa en el mejor de los casos, o paliar el proceso en otros casos, sin efectos secundarios.

APLICACIÓN

Para el tratamiento ortomolecular, y teniendo en cuenta el punto clave número “3” de la lista anterior, se utilizan complejos nutricionales en cápsulas o polvo, que contienen nutrientes obtenidos de primeras materias naturales, de máxima calidad, y que se asimilen de manera óptima. 

La biodisponibilidad es la clave de la eficacia, y para ello es necesario un buen asesoramiento, una técnica depurada, laboratorios productores específicos, y una gran experiencia en el campo de la micro nutrición ortomolecular.

Es preferible trabajar con complementos nutricionales, potenciando el efecto terapéutico de cada nutriente, actuando en sinergia entre sí.

De esta manera se consigue que la célula aproveche al máximo cada nutriente al reconocerlos como propios.

¿Cómo suplementar al paciente para mejorar los resultados de la clínica diaria?

No es necesario ser nutrólogo para ello, simplemente conocer bien los productos disponibles en el mercado (11) y sus indicaciones ya nos van a ampliar nuestro abanico terapéutico.

A veces los veterinarios o los médicos tratamos sólo síntomas, alargando el problema y permitiendo la aparición de más síntomas. En cambio, si determinamos la causa del problema y la tratamos podemos evitar tratamientos más agresivos (10).

Mediante la medicina ortomolecular tratamos, prevenimos, y controlamos enfermedades de todo tipo, utilizando distintos nutrientes (y dosis) según la patología, para restaurar las vías metabólicas que no están funcionando correctamente: ya sea por falta de sustrato, ya sea por bloqueo enzimático.

Cuando una vía metabólica no funciona correctamente dentro del organismo, las reacciones bioquímicas dependientes de su producto también se van a ver parcialmente o totalmente afectadas. 

Entonces se crea una cadena de disfunción, que en algún punto de la cadena se detectará como síntoma o como hallazgo clínico mediante análisis.

Gracias a estas señales podemos incidir nutricionalmente en muchos de los casos. Es ahí donde intervenimos nutricionalmente.

La Nutrición Ortomolecular puede ser un puente entre la medicina alopática y las terapias naturales, pudiéndose utilizar de manera única o junto a cualquier otro tipo de tratamiento sin temor a provocar interferencias.

Además nos recuerda la eterna idea que a veces olvidamos los profesionales de la salud: los alimentos, y por ende los nutrientes, son la primera medicina que permite mantener o restaurar la salud. Un sencillo concepto a tener en cuenta en nuestro día a día.

«Que tu alimento sea tu medicina… que tu medicina sea tu alimento» (Hipócrates).

Fig 1.Áreas científicas en las que se basa el conocimiento de la terapia ortomolecular: (modificado de Kunin (9)):





Nutrición



Bioquímica



Biología celular



Fisiología



Medicina generalista



Inmunología



Alergología



Endocrinología



Farmacología



Toxicología



Gastroenterología



Parasitología



Nefrología



Ciencia de los alimentos



Agricultura


Bibliografía:

  1. Janson, M. Ortomolecular medicine: the therapeutic use of dietary supplements for anti-aging. Clin. Interv. Aging. 2006; 1(3): 261-5.

  2. P.P. Mussa and L. Prola. Dog Nutrient Requirements: New Knowledge. Veterinary Research Communications, 29(Suppl. 2) (2005) 35–38

  3. Hoffer, A., y Walker, M., Putting it all together, the new Orthomolecular Nutrition. Keats Publishing, Inc. (USA)

  4. Guiral, H. Micronutrición ortomolecular y acupuntura. Una sinergia positiva. Comunicación oral: Seminario de In Terra Salud, SL en 2006. Apuntes en http://www.asmh.ca/micronutrition_orthomoleculaire.pdf .

  5. Belfield, W.O Chronic subclinical scurvy and Canine Hip Dysplasia. Veterinary Medicine/Small Animal Clinician. Oct 1976. pp 1399-1403.

  6. Belfield W.O. An Ortomolecular approach to Feline Leukaemia prevention and control. Journal of Int. Ac. Prevent. Med. Pp 40-44, Vol VIII, No3, 1983

  7. Williams et al. Antioxidant supplementation and subsequent oxidative stress of horses during an 80-km endurance race. J. Anim. Sci. 2004. 82:588–594

  8. Marañon et al. The effect of methyl sulphonyl methane supplementation on biomarkers of oxidative stress in sport horses following jumping exercise. Acta Veterinaria Scandinavica 2008, 50:45

  9. Kunin, R. Principles that identify Orthomolecular Medicine – A unique medical specialty. J. Orthom. Med. Vol.2, No 4, 1987. http://orthomolecular.org/library/jom/index.shtml

  10. Orthomolecular specialties: www.belfield.com
  11. In Terra Salud: www.interrasalud.com
  12. Nutrición Veterinaria Ortomolecular: http://veterinariaortomolecular.blogspot.com
  13. Manteca, J. (2003): Etología Clínica Veterinaria del Perro y del Gato. Multimédica Ediciones Veterinarias. 3ª Edición.
  14. National Research Council (1985) Nutrient Requirements of Dogs. National Academy Press, Washington, DC.
Puntuación:
[Total: 34 Media: 4.9]

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Autor/a:

Mercè Giménez

Mercè Giménez

Nutrición Ortomolecular Veterinaria – Introducción y Definición

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